FAQS acerca de Mindfulness
jmcalvoRecientemente he colaborado en un reportaje de la agencia SINC que ha sido publicado bajo el título ¿Neurofelicidad o neurotimo? En él se analizan las terapias basadas en Mindfulness, su respaldo científico y su validez a la hora de integrarlo con nuevas tecnologías como la Realidad Virtual.
Estoy completamente de acuerdo con la idea central del reportaje. Mindfulness no es la panacea universal que vale para cualquier persona y cualquier objetivo. Si acudimos a internet podemos encontrar muchos posts y artículos de opinión que presentan al Mindfulness prácticamente como “El Bálsamo de Fierabrás”, que tenía el poder de curar a cualquier persona y cualquier dolencia. De hecho, ha emergido una expresión que no deja de causarme cierta gracia cuando la oigo. Me refiero al “McMindfulnes”, que hace referencia a la simplificación excesiva del concepto para hacerlo más apetecible al público general y principalmente al sector empresarial.
En mi opinión Mindfulness no es ni “Neurofelicidad” ni “Neurotimo”. Cuando mencionamos Mindfulness, estamos hablando de entrenar la atención y la mente, con todas sus implicaciones. Cualquier entrenamiento conlleva intención, entendimiento y práctica. Sólo con estos ingredientes podremos adquirir los nuevos aprendizajes. No existe la panacea universal, desconfía de quien pretenda vendértela a precio de saldo.
La realidad virtual nos ofrece la posibilidad de recrear escenarios, a demanda y sin la necesidad de desplazarnos, por lo que en mi opinión ofrece grandes posibilidades para la terapia y el aprendizaje. Es una tecnología incipiente, que en cierto modo está de moda, pero ya contamos con tesis doctorales e investigaciones rigurosas que señalan el potencial venidero.
A continuación amplio mi opinión al respecto a modo de respuestas a determinadas FAQs acerca del Mindfulness…
¿QUÉ ES MINDFULNESS?
La traducción literal de Mindfulness al castellano sería algo así como atención o consciencia plena. Yo lo definiría como una forma de afrontar la vida por medio de un estado específico de la atención.
El Dr Jon Kabat Zinn, quien ha sido el gran impulsor de esta disciplina en Occidente, propone una definición operativa de Mindfulness como la consciencia que surge de prestar atención con intención en el momento presente y sin juzgar… A mí me gusta definirlo como la capacidad que todos tenemos de prestar atención al momento presente de forma serena y neutral, es decir, sin dejar que nuestra mente sea arrastrada por sus propios automatismos: pensamientos, juicios, creencias o emociones…
Nuestra atención es bastante inestable por naturaleza y se pasa gran parte del tiempo de un lado a otro, desconectada del “aquí y ahora”. Esto es lo que llamamos mente errante…. A la Inestabilidad de nuestra atención se le suma la constante sobre-estimulación a la que estamos sometidos hoy en día, debido al ajetreo diario y el estrés cotidiano. Estas circunstancias, lejos de ayudar a centrar nuestra atención, alimentan más su inestabilidad, y provocan que nuestra mente todavía deambule más.
Esta modalidad de mente errante tiene muchas funciones adaptativas pero también nos arrastra a una forma de vida algo distraída, por medio de la cual desencadenamos viejos hábitos de pensamiento y comportamiento de forma inconsciente. Como si fuéramos en “Piloto Automático”. Mindfulness nos invita observar todos estos automatismos y vivir un poco más despiertos. Más atentos a nuestra propia experiencia y conscientes de nuestra vida.
Mindfulness: el arte de controlar tu mente (Alienta, 2017)
¿QUÉ TIENE DE NUEVO? ¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DE LA MEDITACIÓN, DEL COACHING LA AUTOAYUDA ?
En definitiva, Mindfulness es una cualidad universal de la atención que, en cierto modo, tenemos algo “dormida” y que por medio del entrenamiento podemos despertarla. Esta capacidad puede entrenarse y mejorarse.
Aunque no es la única, la principal forma de entrenamiento es la meditación. Por lo tanto la meditación sería la forma de entrenamiento mental que permite el desarrollo de la capacidad de atención plena. Tanto esta cualidad de la atención como las técnicas de meditación ya existían, pero la principal la novedad que aporta Mindfulness es el estudio científico de sus efectos en la estructura y función del cerebro así como en otros muchos ámbitos.
En esencia, meditar consiste en la realización de un esfuerzo interno para regular la atención, dirigiendo voluntariamente el flujo de información que corre por nuestra mente. Esta definición esencial puede tomar diferentes significados, en función del contexto en el que se practique y el sentido que se le dé. En el contexto de Mindfulness se entiende la meditación como un entrenamiento mental, que permite desarrollar la habilidad de prestar atención al momento presente, dándole un sentido práctico en la vida cotidiana. Desde este punto de vista no existe ningún tipo de connotación mística o religiosa y está despertando un gran interés entre la comunidad científica.
Con respecto al Coaching, al igual que ocurre con algunas terapias psicológicas, puede ser un complemento ideal en función del contexto, pero son disciplinas diferentes.
La palabra Autoayuda no me gusta demasiado ya que es un “cajón de sastre” donde cabe prácticamente todo y podemos encontrarnos algunos temas que carecen de fundamento. Los principios actitudinales del Mindfulness implican el autoconocimiento, la compasión por uno mismo y por los demás y el crecimiento personal, por lo que en este sentido posiblemente podríamos estar hablando de autoayuda, aunque no me parece lo más correcto etiquetarlo de esta manera.
¿QUÉ EFECTOS POSITIVOS TIENE SOBRE LA SALUD?
Son muchos los estudios científicos existentes al respecto y el número cada vez es mayor y en muy diferentes entornos. Aunque no son los únicos, en términos generales, los principales efectos podrían ser los siguientes:
• Reducción de los niveles de estrés y ansiedad y los síntomas médicos asociados.
• Reducción de los niveles de dolor y un incremento en la habilidad para afrontar el dolor crónico.
• Desarrollo de la inteligencia emocional mediante la autoconciencia, la empatía y compasión por uno mismo y los demás.
• Mejoría en el sistema inmunitario.
• Aumento en la densidad de la materia gris cerebral (neuroplasticidad) en regiones implicadas en la atención, aprendizaje, memoria y regulación emocional.
• Mejora de procesos atencionales como el control de atención y la atención sostenida.
• Algunas formas de meditación, también tendrían efectos saludables en los telómeros (estructuras situadas en los extremos de los cromosomas y cuya función es proteger a estos) por lo que influirían positivamente en la prevención del envejecimiento celular.
¿PODRÍA MEJORAR LA SALUD DE UN ENFERMO (INCLUIDAS LAS ENFERMEDADES FISIOLÓGICAS)?
En mi opinión, puede jugar un papel clave en la relación de los pacientes con cualquier enfermedad crónica. El mero hecho del diagnóstico ya supone malestar psicológico y estrés para el paciente, que a su vez afectará negativamente a la evolución de su enfermedad o sus síntomas.
Mindfulness puede ayudar al paciente a salir de este bucle mediante la aceptación y desidentificación con la enfermedad. La investigación apoya el beneficio del entrenamiento en Mindfulness para pacientes de enfermedades crónicas o degenerativas como puede ser el cáncer, fibromialgia, esclerosis múltiple, enfermedad inflamatoria intestinal, VIH…
Ni que decir tiene, que en ningún caso puede ser un sustituto del tratamiento habitual del paciente sino un complemente para otros enfoques terapéuticos.
¿PODRÍA SUSTITUIR A CIERTOS FÁRMACOS?
Teniendo en cuenta mi respuesta anterior, creo que podría ayudar a reducir niveles de medicación en según qué casos, pero por supuesto siempre debería contar con la supervisión médica. No se trata de una varita mágica y su éxito dependerá en gran medida de la voluntad y actitud del paciente con relación a la práctica del Mindfulness.
¿QUÉ OCURRE EN EL CEREBRO CUANDO MEDITAMOS Y CUANDO PRACTICAMOS MINDFULNESS?
Aunque aún nos queda mucho por aprender acerca de lo que ocurre en nuestro cerebro, en términos generales y durante la práctica de Mindfulness en particular, sí podemos afirmar que produce efectos en diferentes niveles. Por ejemplo, algunos de los hallazgos con los que contamos hasta la fecha son:
A nivel estructural, la investigación nos muestra que tras un programa de entrenamiento de 8 semanas, se produce un aumento en la densidad de la materia gris en zonas implicadas en procesos de aprendizaje, memoria y regulación emocional, entre otros. (Hölzel, y otros, 2011)
A nivel funcional, durante la práctica de Mindfulness estamos entrenando el músculo de la atención y también contamos con evidencias que avalan que se mejoran habilidades como la atención sostenida y el control de la atención. (Malinowski, 2013) (Matthieu Ricard, Antoine Lutz and Richard J. Davidson, 2014)
A nivel molecular también influye aumentando los niveles de dopamina y melatonina, modulando la actividad de la serotonina, y reduciendo los niveles en el caso del cortisol y la noradrenalina. (Esch, 2013)
¿QUÉ ESTUDIOS AVALAN LOS RESULTADOS DE LOS QUE TODO EL MUNDO HABLA?
Son muy numerosos y variados los estudios que lo avalan pero por citar instituciones de prestigio que están haciendo aportaciones muy relevantes, mencionaría dos:
- Center For Mindfulness in Medicine, Health Care and Society, de la Universidad de Massachusetts, fundado por el Dr. Jon Kabatt Zinn.
- Center for Healthy Minds, de la Universidad de Wisconsin, fundado por Dr. Richard J. Davidson.
¿MEJORA EL RENDIMIENTO ESCOLAR?
También se han realizado estudios con niños y adolescentes y sabemos que, tras un programa de entrenamiento de 8 semanas, reportan reducciones significativas en niveles ansiedad, depresión y estrés y aumentan los niveles de autoestima y calidad del sueño. Indudablemente, creo que esto reportará beneficios en el rendimiento escolar (aunque no sé si es lo más importante).
¿ES MINDFULNESS SINÓNIMO DE ALEGRÍA?
Rotundamente NO. Mindfulness tiene que ver con prestar atención al momento presente con aceptación, independientemente de que consideremos la naturaleza de los acontecimientos positiva o negativa para nosotros. Aceptar la realidad no significa resignarse sino entender de una mejor manera la interconexión entre los eventos relacionados conmigo, con los demás y con el mundo.
No tiene nada que ver con la búsqueda compulsiva de la alegría o la felicidad, pero sí sabemos que con la práctica habitual podemos elevar los niveles de satisfacción y bienestar personal.
¿TIENE ALGÚN EFECTO ADVERSO?
Mindfulness implica introspección y observar las profundidades de nuestra mente, por lo que en función de la persona que lo practique (personalidad, niveles de salud, contexto…) me parece evidente que hay que aceptar que, en algunos casos, puedan surgir algunas complicaciones durante el proceso.
¿DE QUÉ MANERA PUEDE AYUDAR LA TECNOLOGÍA DE REALIDAD VIRTUAL AL MINDFULNESS O A LA RELAJACIÓN?
Tal y como comenta Patricia Pérez Corrales en su artículo “Paisajes de realidad virtual para aliviar el estrés y combatir la depresión” de la revista de divulgación científica y tecnológica Tendencias 21, un equipo de ingeniería de la Universidad de Birmingham, liderado por Robert Stone, está investigando el uso de paisajes naturales recreados en Realidad Virtual para combatir los efectos del estrés en pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos de un hospital. En colaboración con el equipo de investigación británico, el médico y ex-astronauta de la NASA Jay Buckey lidera otro equipo de investigación junto al profesor Allison Anderson, para modificar el software y adaptar su uso para mejora de la salud psicológica de militares destinados en bases aisladas o incluso para la preparación de astronautas de cara a futuras misiones espaciales de larga duración.
En el campo de la psicología, nos ofrece una verdadera oportunidad para optimizar técnicas empleadas en la terapia cognitivo-conductual en el tratamiento de fobias y ansiedad (quizás pueda resultarte interesante leer este post de Jennifer Delgado Suarez).
El cerebro cambia físicamente como respuesta a la experiencia y, mediante un esfuerzo deliberado en el entrenamiento de la atención, se pueden adquirir nuevas capacidades mentales, gracias a que la neuroplasticidad de nuestro cerebro es potenciada por la concentración de la atención.
Por medio de las técnicas utilizadas en la práctica formal de Mindfulness, podemos crear en nuestro cerebro, estados temporales de activación cada vez que las practiquemos. Si además, lo hacemos con regularidad, estos estados pueden consolidarse a largo plazo y llegar a formar parte de nuestra forma de ser.
Por medio de la realidad virtual podemos inducir y potenciar estos estados de activación del cerebro y reforzar los circuitos neuronales que los soportan, mediante la recreación de entornos aislados y el uso de estímulos visuales y auditivos específicos que favorezcan esos estados.
Desde Kinectial (empresa de tecnología especializada en Nuevas Interfaces y “Wearables”), con el apoyo del Instituto Neuroart (asociación científico-profesional que promueve la investigación y divulgación de la Neurociencia y su integración con otras disciplinas complementarias y las Nuevas Tecnologías), están desarrollando ya un proyecto en este sentido. Se trata de un “Serious Game” o “Juego Serio” (integración de la mecánica del juego en un entorno no lúdico con el fin de potenciar el compromiso con la temática y su aprendizaje), que permite al usuario tener un espacio donde desconectar su cerebro del ajetreo diario por medio del juego, al mismo tiempo que integra aprendizajes para regular su atención en la vida cotidiana y reducir así los efectos del estrés.
El usuario puede aprender de una forma amena los fundamentos teóricos y prácticos del Mindfulness. También se incorporan dentro de la narrativa del juego diferentes actividades (prácticas meditativas y neurojuegos) que permiten entrenar la atención.
La realidad virtual es un soporte óptimo, ya que aísla por completo al usuario encontrándose plenamente inmerso en los escenarios planteados en el juego. Podemos trabajar así la neuroplasticidad autodirigida, presentando los estímulos idóneos para moldear el cerebro hacia los objetivos que perseguimos.
¿PODRÍA SER MINDFULNESS UNA TERAPIA QUE RECETARAN LOS MÉDICOS O LOS PSICÓLOGOS?
Ya existen protocolos que integran Mindfulness con terapia cognitiva (MBCT: Mindfulness Based Cognitive Therapy) para el tratamiento de la depresión. También es ampliamente conocido el programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) desarrollada por la Universidad de Massachusetts para la reducción de estrés.
Ambos protocolos cuentan con una efectividad comprobada. De hecho el mismo parlamento británico se hace eco de ellos en el informe “Mindful Nation” que emitieron en octubre de 2015. En este informe, elaborado por un grupo de parlamentarios, se recogían las evidencias científicas halladas hasta el momento en favor de la práctica de Mindfulness, así como 12 recomendaciones clave para desplegarlo en cuatro ámbitos de la política pública: salud, educación, trabajo y justicia.
En el Hospital de la Paz de Madrid se está aplicando, tanto en la formación de los terapeutas como con los pacientes, y tanto a nivel individual como de terapia de grupo. Los resultados reflejan efectos muy positivos en el manejo de la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar y otras alteraciones mentales. También en insomnio, dolor crónico, esclerosis múltiple y otras enfermedades que cursan en forma de brotes dolorosos. El programa está siendo coordinado por la psiquiatra y profesora de la Universidad Autónoma Dra Beatriz Rodríguez Vega (aquí puedes acceder a una entrevista con ella).
También dentro de nuestras fronteras, me parece muy interesante la divulgación del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Arnau de Vilanova, coordinado por José Manuel Bertolin Guillen. En su artículo “Sustratos psiconeurobiológicos de la meditación y la conciencia plena”, se propone contribuir a esclarecer en el momento actual los sustratos neurales y psicofisiológicos subyacentes a la meditación y la conciencia plena o mindfulness con arreglo a la mejor información científica disponible de calidad.
¿ES NECESARIO ACUDIR A UNA “ESCUELA” O PAGAR UN CIERTO TRATAMIENTO DE MINDFULNESS O ES ALGO QUE SE PUEDA APRENDER EN CASA?
A los fundamentos teóricos y prácticos del Mindfulness habría que añadir unos fundamentos actitudinales. En el fondo es una nueva forma de observar la vida y en según qué casos habría que prestar especial atención a los posibles efectos adversos. Hay un principio que para mí es inseparable de la práctica de Mindfulness, la “compasión”. Es una palabra que tiene connotaciones negativas en castellano, porque parece implicar menosprecio hacia quien sufre. En mi opinión, no tiene nada que ver con el menosprecio sino con el sentimiento humano que se manifiesta a partir del sufrimiento propio de otro ser, y que despierta la intención y el deseo de aliviar ese sufrimiento.
Es posible que, en el proceso de auto-observación inherente a la práctica de Mindfulness, identifiquemos patrones de pensamiento o emocionales que no nos gustan de nosotros mismos.
En todo el proceso, pero sobre todo en estos momentos, es importante tener paciencia y desarrollar la flexibilidad mental y compasión hacia nosotros mismos, que permitan una visión de la realidad más precisa y saludable, y así establecer los cambios que consideremos oportunos.
No se trata de una solución mágica apta para todos. Por eso entiendo que, aun no siendo en todos los casos estrictamente necesario, la mejor de las opciones es siempre acompañarse de un profesional cualificado y experimentado.
¿ES EL MINDFULNESS NEUROCIENCIA?
Como hemos comentado anteriormente, influye directamente en nuestro cerebro en prácticamente todos los niveles. Por este motivo y el crecimiento exponencial de la literatura científica al respecto, podríamos decir que sí es neurociencia. De hecho a este campo se le denomina Neurociencia Contemplativa. Desde mi punto de vista esto es muy importante, pero Mindfulness engloba otros muchos aspectos, ya que implica hacernos conscientes de nuestra realidad, tanto interna como externa, y de cómo nos relacionamos con ella. En este sentido tendría que ver más con una actitud y un modo de vida.
BIBLIOGRAFÍA
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